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© Federación Autismo Galicia | 24/01/2020 | LA COMUNICACIÓN EN LAS PERSONAS CON AUTISMO.

LA COMUNICACIÓN EN LAS PERSONAS CON AUTISMO.

Recuerdo aquel día en el que una madre me dijo: “Me pase toda la vida preguntándome cuándo hablaría mi hija, o si algún día hablaría. Hasta que me di cuenta de que lo importante era que ella se pudiese expresar de alguna forma aunque no fuese hablando y que nos comprendiésemos”

24/01/2020

La comunicación social es un acto en el que están implicados elementos físicos  (emisor, receptor, mensaje verbal y/o gestual), y otros elementos no observables directamente (intención comunicativa, contexto en el que se produce, información compartida por los interlocutores...), que se interaccionan entre sí, creando actos comunicativos concretos, únicos e irrepetibles.

 

Intención comunicativa

La intención comunicativa supone el inicio de todo acto comunicativo.  En las personas con autismo puede ser deficitario o incluso esa intención comunicativa, por parte de la persona con TEA puede ser difícil de interpretar por nuestra parte.

Pensemos por ejemplo, cuando una persona no verbal, con dificultades en la comunicación, se golpea repetidamente la cabeza o la barbilla y no somos capaces de interpretar la conducta subyacente de que se encuentra mal, de que quiere algo, etc. 

El análisis funcional de la conducta resulta de gran utilidad a la hora de interpretar la intención comunicativa de una conducta que a simple vista puede parecer no tenerla.

Nos contaban en un colegio cómo un alumno con TEA se ponía muy nervioso cada vez que había un cambio de clase, en la última hora de la mañana en que se producía un desdoble de los alumnos en dos clases. Estuvieron un tiempo sin entender el porqué, hasta que su profesora haciéndose preguntas descubrió que el alumno no estaba entendiendo que sus compañeros se iban para otra clase, no se iban para casa. El alumno con TEA pensaba que se marchaban para casa y él tenía que quedarse.

Es importante también dar sentido a las ecolalias (sobreinterpretando lo que quiere decir); esto ayudará a potenciar su intención comunicativa. Por ejemplo, si balbucea enfadado porque quiere hacer algo podemos decirle: “estas enfadado, no quieres hacer esto, pero tienes que hacerlo, después podrás (jugar, comer, etc)

A la persona con TEA le cuesta entender qué significa algo (una palabra, una frase, una imagen etc) en un determinado contexto. Es importante explicar el significado de metáforas y frases hechas más habituales para que pueda identificar el doble sentido y no se quede en el sentido literal.

Puede ser que las primeras veces se nos escape, pero intentando afinar nuestras valoraciones sobre qué está pasando, le proporcionaremos a la persona un refuerzo positivo en base a nuestra comprensión, reforzará su confianza para expresarse y ser comprendido, y aumentará la probabilidad de posteriores emisiones.

Para complicar aún más la situación, la persona con Tea tiene que interpretar correctamente la intención comunicativa de su interlocutor, que al igual que ocurre con el emisor; no siempre coincide con exactitud con lo que acaba de decir.

 

 

Atraer la atención del interlocutor

Peter Mundy (2016) sostiene que la atención conjunta emerge en un momento muy temprano del desarrollo, y se refiere a la capacidad para coordinar la atención con un interlocutor social con respecto algún objeto o acontecimiento. 

La atención conjunta en muchas personas con TEA es deficitaria. El desarrollar y asentar habilidades previas, como el señalar, el mirar, es importante para la adquisición de un posterior aprendizaje funcional cognitivo y del lenguaje. Sino desarrolla mecanismos de atención conjunta recurrirá a conductas ya aprendidas para conseguir algo, llorar, gritar, etc. Que le aseguran la atención del interlocutor, pero que no son funcionales para conseguir lo que quiere.

 

Estímulos distractores

Aunque no podemos evitar todos los estímulos distractores, si somos conscientes de que pueden tener un efecto negativo sobre el proceso de comunicación, podremos actuar en cada momento en función de la situación, de manera que consigamos redirigir y mantener la atención de la persona con TEA. Para ello; podemos utilizar preguntas de confirmación, has entendido bien?, Que he dicho? o relacionar el tema con su propio interés ( esto te sirve para...).

A veces estos esfuerzos por mantener la atención resultan insuficientes debidos a la propia labilidad de la atención del niño. Se puede descomponer la tarea o el mensaje en diferentes partes, para que los tiempos de atención sean más cortos. Y si reforzamos la atención prestada, en cada uno de los episodios, aumentará su motivación para seguir prestando atención.

 

 

El mensaje y el contexto

Los gestos, su interrelación con las palabras, con la voz, con la entonación, y la coordinación de todos los recursos comunicativos, hace que sea complejo interpretar o enviar un mensaje en un contexto social.

Cuando por fin lograba descifrar lo que había ocurrido y encontraba los medios para responder, entonces estaba a un día, una semana e incluso un año más allá del contexto en el que se había producido dicha experiencia. Donna Williams, 1996.

Peter Vermeulen en el congreso de AETAPI (Asociación de profesionales de autismo) en  León, nos recordaba que si una persona con TEA empieza a cruzar el semáforo en verde y a la mitad del cruce se pone en rojo, la persona en vez de acelerar el paso se quedará posiblemente bloqueado en mitad de la calle. El semáforo en rojo significa para, pero a veces nos tenemos que saltar las reglas e reinterpretar el contexto, cosa que es difícil para una persona con TEA.

Podía aprender a afrontar una situación dada en un contexto determinado, sin embargo, me sentía perdida cuando me enfrentaba a esa misma situación en otro contexto diferente. Donna Williams, 1994.

Las dificultades de reciprocidad social y emocional hacen que la persona con Tea pueda estar hablando sin parar sobre un mismo tema, sin percatarse de si el interlocutor le atiende o no, si muestras conductas de reciprocidad interesándose por lo que dice, o muestra aburrimiento…

Practicar técnicas de conversación a través de simulación de situaciones reales del día a día, a través de role play o a través de situaciones a través de comics, historietas, ejercicios de pregunta-respuesta, puede ser entrenamientos muy útiles.

El uso de apoyos visuales, puede ayudar a organizar el discurso, potenciar la comprensión y hacer uso del lenguaje. La elección de los apoyos visuales, variará en función de las necesidades de cada persona y su comprensión en cada momento; pueden ser fotografías, dibujos, gestos o SAAC (sistemas alternativos y/o aumentativos), junto con el entrenamiento en lenguaje corporal, expresiones faciales...

 

Entendí por primeras vez las palabras cuando las vi impresas en un papel. Ellas solían ser sólo sonidos.  Therese Joliffe.

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